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La selección norteamericana aprendió de los partidos de preparación, ya que hasta llegar a Madrid sólo había promediado 14 puntos en los primeros cuartos y había anotado en 9 de sus primeras 47 posesiones.
Contra Croacia y sobre todo ante Eslovenia, esto ha cambiado. Al comenzar con un parcial de 23-11 y anotando 8 de sus primeros 11 lanzamientos. La presión ejercida sobre el base resulta clave en el entramado de Mike Krzyzewski, donde la intensidad en defensa y correr son su filosofía de juego.
Y hay un hombre, Kevin Durant, que lo asimila a la perfección (4 robos) e incluso anota 22 puntos en 23 minutos. Además del alero de Oklahoma City, Kevin Love volvió a dominar bajo los aros de manera abusiva (11 rebotes en 13 minutos) y Rudy Gay se animó a base de lanzamientos triples.
Eslovenia sólo opuso resistencia en el segundo cuarto (19-17 de parcial), cuando Estados Unidos llegó a estar más de 7 minutos sin anotar un tiro de campo y la selección del este se acercó a cinco puntos.
Pero un nuevo arreón yankee antes del descanso (42-28) dejó claro que tan solo había sido una pájara. Estados Unidos siguió dominando el rebote (50-33 al final), y no se desconcentró a pesar de las numerosas pérdidas de balón (17), la mayoría por pasos de salida.
Por parte de Eslovenia, Goran Dragic no tuvo su mejor día en el tiro, y sólo la intensidad de Bostjan Nachbar y el trabajo interior de Gasper Vidmar pueden ser destacados. Los hombres de ‘Coach K’ han vivido un nuevo día de la marmota al vencer por 22 puntos, pero veremos si mañana ante Brasil, en el que se antoja sea el partido más duro del grupo, se vuelve a repetir la historia.
Estados Unidos: Rose (7), Billups (8),Durant (22), Iguodala (11) y Odom (5) -cinco inicial- Curry (3), Chadler (-) Westbrook (11), Rudy Gay (16), Gordon (6), Kevin Love (10), Granger (-).
Eslovenia: Lakovic (5), Slokar (4), Nachbar (13), Dragic (7), y Brezec (5) -cinco inicial- Becirovic (8), Zupan (2), Rizvic (8), Klobicar (-), Udrih (9), Jadogmik (6) y Vidmar (10).
