Miami firmó su sexta victoria consecutiva en su visita al Time Warner Cable Arena de Charlotte tras superar al equipo de Michael Jordan por 96-82. The King James y Flash Wade volvieron a ser los líderes ofensivos de su equipo al anotar 38 y 31 puntos respectivamente, para ser la octava vez en la historia de la franquicia floridana en que dos jugadores anotan 30 o más puntos y la primera desde que el Big Three comparte vestuario. James y Wade se repartieron los periodos: mientras que Dwyane fue el protagonista y tiró del carro del equipo en la primera parte, James apareció en la segunda para sentenciar a unos Bobcats que fueron de más a menos y en los que destacaron Jackson y Augustine con 22 y 16 puntos.

El duelo entre equipos de la división sudeste acabó tal y como las apuestas vaticinaban gracias, en gran parte, a que el acierto de ambos equipos siguió tendencias contrarias: mientras que los Bobcats dominaron los primeros veinte minutos y luego se vinieron estrepitosamente abajo, el Heat comenzó el partido a remolque, sufriendo para evitar que los locales abrieran una gran brecha en el marcador y acabaron pletóricos, con Wade ejerciendo de líder y con James inspirado como si el dueño de los Bobcats - el rey al que quiere destronar - fuera su musa.
Apoyados en una dura defensa y un ágil ataque con Stephen Jackson muy fino de cara al aro, los Bobcats comenzaron el partido haciéndoles saber a los de Spoelstra que no se llevaría la victoria tan fácilmente. El 63% de acierto en tiros de campo de los Bobcats define perfectamante cuán enchufados empezaron los locales el partido.
Sin dudarlo, Wade se encargó de la parcela ofensiva y mantuvo a su equipo cerca en el marcador hasta que se tuvo que sentar en el banco por cometer su segunda falta personal. Los hombres del banquillo de los Bobcats continuaron con el trabajo de los titulares y mantuvieron a su equipo por delante pese a las puntuales apariciones de Lebron o Jones.
Sin embargo, Wade volvió a pista mediado el segundo cuarto decidido a dar un golpe sobre la mesa y vaya si lo hizo: anotó 11 puntos seguidos. El de Chicago despertó a su equipo que, coincidiendo con el final de la racha anotadora de su líder, le endosó un parcial de 12-2 a Charlotte y le demostró que no todo iba a ser un camino de rosas. El segundo cuarto se le quedó corto a un Lebron que vio cómo el descanso le cortaba una racha de 7 puntos consecutivos, un simple adelanto de lo que vendría más tarde. En cualquier caso, el partido estaba más que vivo: 47-49.

Y tras el paso por vestuarios, llegó el Rey. Lebron decidió robarle protagonismo a un Wade que
apuraba sus últimas canastas en el partido. En el tercer cuarto el ex-Cav se fue hasta los 17 puntos con canastas de todos los tipos y colores. La defensa de Charlotte no veía manera de parar a un jugador que es tan efectivo penetrando como tirando de lejos. Para colmo, el ataque de los Bobcats también bajó su efectividad al encontrarse enfrente una defensa que no concedía tantas comodidades.
Así las cosas, el último cuarto se presentaba, y empieza a parecer una costumbre en los partidos de Miami, puro trámite. Los 19 puntos de desventaja eran insalvables, no solo por la gran diferencia en sí, si no por las sensaciones que ambos equipos transmitían. Charlotte pudo maquillar un poco la diferencia final gracias a un Stephen Jackson desaparecido en el segundo y tercer cuarto; aunque el 38% de acierto final en tiros evidencia que los de Charlotte sufrieron el efecto gaseosa.
De este modo, Miami firma la victoria número 18 en los últimos 19 partidos y se afianza como líder en el Sudeste. Los dos próximos compromisos para los de Florida serán ante el mismo equipo: los Bucks de Milwaukee. Esta misma noche jugarán en el American Airlines Arena y el 7 de enero lo harán en el Bradle Center. Ambos partidos los podreís seguir en directo a través de www.nbaddiction.com