Con decir que al minuto tres de encuentro, el marcador era 5-3 para Irán, queda todo dicho. El porcentaje de tiro de los jugadores NBA era menor que de costumbre, fruto de la poca intensidad que imprimían a sus movimientos. El primer cuarto terminaba con un ‘prometedor’ 19-13.

Irán defendía eternamente en zona con el grizzly Hamed Haddadi debajo del aro como si tal faro. Estados Unidos no quería mostrar sus tácticas para combatirla y se dedicaba a atacarla caminando. Por parte de Irán, Arsalan Kazemi ponía el espectáculo con varias jugadas espectaculares. Con 42-28 concluía la primera mitad.
El sedante parecía dejar de surtir efecto tras el descanso, y Estados Unidos se ponía algo más seria con un parcial de 8-0 comandado por la estrella de los Chicago Bulls, Derrick Rose.
El tercer cuarto sirvió para incrementar la ventaja por encima de los 20 puntos (62-39) y el último para que Rudy Gay siguiera practicando su tiro de tres puntos (con éxito) y Haddadi su tiro exterior (sin éxito).
Las últimas acciones las protagonizaron una vez más Kazemi, y sobre todo Russell Westbrook, con un alley oop de espaldas a pase del pívot norteamericano Love. Bienvenidos al siglo XXI. Curiosamente el jugador de Minnesota Timberwolves fue el máximo anotador estadounidense (13 puntos) a pesar de disputar menos minutos (11) que el resto de sus compañeros.
El siguiente encuentro de los Estados Unidos será contra el posiblemente peor equipo del campeonato, Túnez.