Estados Unidos ha tenido hasta ahora dos partidos fáciles y dos muy fáciles. Lo único destacable de esta fase de grupos fue el susto ante Brasil, que viendo el panorama, ya me planteo como algo premeditado...
El encuentro comenzaba como los cuatro anteriores, con un Kevin Durant muy entonado, anotando siete de los primeros nueves puntos de su selección, mientras sus compañeros le seguían imprimiendo un ritmo más lento de lo habitual al partido. De nuevo un primer cuarto malo de EE.UU., que terminó con 19-13 a favor.
En el segundo cuarto, Túnez se ponía a dos puntos (30-28) tras una sequía de tres minutos estadounidense y un terrible bajón en el juego, que coincidió de nuevo con la salida al campo de Tyson Chandler, que parece gafado. Aunque resulte increíble, el marcador parcial de este cuarto acabó en empate (20-20).
Tras el descanso, dos triples de Durant y Chauncey Billups, dejaban claro quiénes son los dos mejores de su selección hasta ahora, y que ellos imprimen el ritmo que quieren, cuando quieren. La defensa norteamericana mejoró provocando tiros bastante heterodoxos en la selección tunecina. Y el cuarto terminaría igual que empezó, con sendos triples de Estados Unidos, de Eric Gordon y Stephen Curry en esta ocasión.
Para no desentonar, el cuarto final comenzó con dos nuevos triples de Gordon, que aumentaron la ventaja de puntos por encima de la veintena, aunque finalmente llegaría hasta los 35. El jugador de Los Angeles Clippers, al igual que en los partidos de preparación, no desaprovechó su oportunidad y anotó 21 puntos en 25 minutos.
La selección de Túnez por su parte, podrá presumir de haber superado a EE.UU. en la faceta reboteadora, dado al penoso porcentaje de tiro (27%) que les permitió capturar nada menos que 25 rebotes ofensivos.
El siguiente partido de la selección USA será frente a Angola, por lo que seguiremos sin ver el verdadero potencial de esta selección norteamericana, y habrá que esperar a los cuartos de final, donde esperarán Nueva Zelanda o Rusia.