lunes, 30 de agosto de 2010

Primer partidazo del Mundial (Estados Unidos 70 – Brasil 68)

Brasil puso contra las cuerdas a la todopoderosa selección de Estados Unidos, a la que dominó durante 25 minutos de encuentro, hasta llegar a un último cuarto penoso (9-9), donde ganó el que menos erró.

La presión de balón norteamericana tras tiro libre surtía efecto a los dos minutos con tres pérdidas de balón seguidas de los brasileños. Corregido el error tras un tiempo muerto, Brasil comenzaba jugando estupendamente con ataques dentro-fuera y Estados Unidos se aferraba al acierto de Kevin Durant. Los primeros seis minutos de partido fueron un toma y daca (15-15).

Una de las cosas en las que acertó Brasil fue que iba hacia la canasta sin miedo, algo que no hicieron Croacia ni Eslovenia. Fruto de ello el 75% (12-16) en tiros de campo de los brasileños en el primer cuarto. Diez minutos en los que además del marcador (28-22), Brasil dominaba en asistencias y robos de balón a Estados Unidos, algo inédito hasta la fecha.

En el segundo cuarto Tiago Splitter se hacía el amo de la zona, con ayudas en defensa y cogiendo rebotes con dureza; sí, el jugador está ya para la NBA. Mientras que a Estados Unidos se le veía falta de recursos en varios momentos del encuentro. Solamente Durant y Chauncey Billups recordaban cómo se juega a esto.

La ventaja brasileña llegó a ser de ocho puntos en este cuarto, con recital de Marcelinho Huertas incluido, que se iría con 6 puntos; 5 asistencias; 4 rebotes y 3 robos al más que merecido descanso (46-43). Durant a su aire, 19 puntos.

Brasil hacía lo más sencillo del baloncesto, darle el balón al que está libre; Estados Unidos lo difícil, uno contra el mundo. Pero cuando juegas tres partidos en tres días y el tercero contra Estados Unidos, el cansancio se paga. El movimiento de balón de Brasil no era igual en el tercer cuarto y Estados Unidos comenzó a dominar el rebote y salir más en transición.

En el minuto 29 de encuentro, Marcelinho y Splitter tenían cuatro faltas, pero el ímpetu de Brasil estuvo intacto. A falta de ocho minutos, el marcador estaba igualado (62-62).

El último cuarto fue un bacanal de errores e imprecisiones por parte de los dos conjuntos. En siete minutos (del 32 al 38) el parcial fue de 6-2 para los norteamericanos.

A falta de un minuto con Estados Unidos dos arriba, llegaron dos canastas increíbles de Billups y Leandrinho Barbosa. Pero en el último ataque, el 2+1 de Marcelinho no quiso entrar y erró los dos tiros libres.

Un dato, Estados Unidos repartió 22 asistencias de media en sus dos primeros encuentros. Hoy ante Brasil, tan solo nueve.