Nunca un partido tan paupérrimo acaparó tantos titulares al día siguiente de su disputa, e hizo acelerar y aumentar el corazón y la tensión de los millones de aficionados que se volcaron en presenciar el séptimo y decisivo choque de las finales.
El partido comenzó con unos envalentonados Celtics, que sabian desde un primer momento que estaban ante una oportunidad histórica de demostrar quiénes son los reyes de baloncesto americano. Y a buena cue

El principal culpable de dicha demostración de ineficacia, fue Kobe Bryant, un jugador que ayer todos esperábamos que sentenciara la final. Y a punto estuvo de hacerlo, pero hacia el bando de Celtics, ya que ayer pudo haber dejado muy tocados a Lakers de no aparecer en escena en determinadas acciones, Ron Artest o Pau Gasol.
Quizás éste haya sido el peor partido de Bryant en todo el año. Como quizás también es injusto haberle cargado con el muerto de la posible derrota, pero ese es el precio que tiene que pagar todo crack, a la hora de jugarse las bolas decisivas y estar desacertado o no.
Por momentos Lakers, parecían sentirse mas cómodos con sus dos estiletes en el banquillo, y eran Odom y Artest los que se encargaban de al menos impedir que unos temerosos Celtics no se fueran en el marcador. El porcentaje de tiros de lakers al descanso era del 26'5%...para hacérselo mirar.
En el tercer cuarto, Kobe seguía sin aparecer y Boston no acababa de despegar.Era increible la retahíla de errores a ambos lados de la canasta que hicieron que el partido por momentos aburriera y deseperaba a los aficionados. Boston adquirió la mayor ventaja del partido en este cuarto, 13 arriba, (49-36)en el minuto 4 de la segunda mitad.
El factor del rebote, tan importante y tan clave para llevarse la victoria en estas finales, provocó que los de oro y púrpura se mantuvieran el el partido.
Tedioso por momentos, y con dos equipos incapaces de tomar las riendas del encuentro, surgen de la nada 3 jugadores que ganarían el encuentro para LA.
El primero de ellos Dereck Fisher, que nunca falla en este tipo de partidos, anoto un triple fundamental con 61-64 en el marcador para empatar el encuentro y levantar de sus asientes a los aficionados "lakers".
Artest, mostrando una consistencia durante todo el encuentro resolvió con un triple al final cuando el partido empezó definitivamente a descontrolarse y los dos equipos se dieron cuenta de que o empezaban a tirar o el partido se iba a convertir en una lotería. Cabe destacar que a raíz del triple de Fisher, el partido se volvió loco, una orgía de puntos digna de destacar, y que provocaba que otro partido naciera dentro del desesperante que estábamos presenciando hasta ese momento.
Y el 3º en discordia y el mejor del encuentro, nuestro Pau Gasol. Lo de ayer fue sublime: anotó, asistió, reboteó, taponó e intimidó como el que más. En las facetas de rebote, asistencia y tapones, fue el líder de Lakers, y sus acciones en los dos partidos que se pudieron presenciar dentro del séptimo de ayer, fueron claves para el devenir del encuentro.
Un final agónico para unas finales impresionantes, que tuvieron su epílogo en los dos tiros libres de Vujacic que finiquitaban un encuentro que Celtics peleó hasta el final, aunque ya era tarde.
La mejor final de los ultimos años sin lugar a dudas. No fueron un prodigio de calidad ni mucho menos, pero si lo fueron en intensidad, corazón, entrega, sorpresa y tensión. Por momentos se estaba librando una batalla digna de una gran guerra, y digna de un gran deporte, como es el baloncesto.
No tardaremos en olvidar este partido, y los 6 anteriores.
La rivalidad Lakers-Celtics, escribe de nuevo un capítulo brillante a su ya dilatada historia, y quizás éste haya sido el más bello de todos.
Enhorabuena a los dos equipos porque nos han hecho disfrutar estos ultimos 15 días.
Enhorabuena a Kobe por su merecidísimo MVP.
Y Enhorabuena a Pau, que es un orgullo para nosotros seguirlo año tras año,demostrando que es un jugador único, diferente. Vamos...un MVP!
I LOVE THIS GAME!!