Boston se pone por delante por primera vez en las finales a falta de dos partidos para completar la serie (los dos en Los Ángeles).
Son muchos los calificativos con los que podremos nombrar el devenir de estas finales: Dureza, intensidad, sorpresa, protagonismo...una bendita locura de partidos que estamos presenciando en estas casi 2 semanas de finales.
El partido siguió al pie de la letra el guión de estas finales: partido relativamente igualado, aunque con los Celtics prácticamente por delante durante todo el encuentro, actuaciones inverosímiles de jugadores (Pierce y Kobe), mucha defensa por parte de los dos equipos...
Sin embargo, la principal diferencia entre uno y otro equipo, fue quizás la falta de ambición, que en unas finales se paga muy caro. Los Celtics sin tampoco realizar un partido brillante, suplieron esas carencias técnicas, con permiso de la actuación de Pierce, empleando un ritmo de juego altísimo, poniendo a Lakers a merced de ellos.
Algunos rebotes imposibles, como el de Rondo que sirvió para finiquitar el partido; la baja forma de Bynum, es clave para comprender que el equipo de Doc Rivers centre prácticamente sus acciones en penetraciones a canasta o con tiros interiores, ante la pasividad asombrosa de jugadores como Odom y Artest. Pau ayer, secado al completo por Perkins, tuvo un día gris, totalmente diferente al anterior, en el que el cansancio hizo mella en su rendimiento. En los últimos instantes, pareció despertar junto a Odom, pero fue un espejismo, del que los mantuvo vivos , un antológico Kobe Bryant, como decía Daimiel en la retransmisión, haciendo gala de sus "Jordanadas" y a buena fe que por momentos lo parecía.
Los Celtics se iban por momentos y parecían finiquitar el encuentro,diferencia de 13 puntos (71-58, a falta de pocos minutos de acabar el 3º cuarto) . La noticia positiva para LA del partido de ayer, además de la grandiosa actuación de Kobe, era que a pesar de arrastrarse por el TD de Boston, conseguían por momentos acercarse en el marcador, moviéndose por el baremo de los 5 a los 8 puntos.
Nada más lejos de la realidad, los angelinos no estaban por la labor de ganar el encuentro, mostrando por momentos una desidia colectiva en defensa, digna de hacérselo ver.
Como digno es ver la entrega de los "orgullosos verdes" que se vuelven a Los Ángeles, con la oportunidad histórico de hacerse con su 18º anillo, en el feudo de su más ferviente rival.
Hacia el final del partido, alguna acción Laker para tratar de dar el último arreón, pero todo quedó en visto para sentencia, con las últimas acciones de los verdes.
Esta vez los Celtics, apoyados en un majestuoso Pierce (27 ptos) y una, por fín, excelente dirección de Rajon Rondo, no dieron la más mínima oportunidad de reacción a los angelinos.
Victoria justa, quizás la más justa de todas las conseguidas por los Celtics, que llegan al Staples con un 3-2 que se antoja decisivo si Lakers no cambian la mentalidad.
Lo positivo para Lakers, es que se juegan el anillo en su feudo, a dos partidos, mal menor que si se lo tuviera que jugar ante la fervorecida afición Celtic.
Es de suponer que los Jack Nicholson, Leonardo di Caprio o Charlize Theron entre otros, gritarán como como un aficionado más el Go LA!! sus Lakers los necesitarán, al igual que Kobe a sus compañeros de titularidad, ya no creo que tanto a los suplentes, aunque en estas finales, nunca se sabe qué ocurrirá.
El Martes se antoja decisivo.
