
Lebron James demostró por qué es uno de los mejores jugadores del mundo en esto del baloncesto al encestar 44 puntos, la puntuación personal más alta de la temporada, y guiar a su equipo a la novena victoria consecutiva, con lo que Miami se convierte el segundo equipo de la liga en alcanzar las 30 victorias - el primero fueron los Spurs de San Antonio (31-6). Por segunda noche consecutiva, el Heat se vio obligado a jugar una prórroga que, en esta ocasión, tuvieron que forzar ellos mismos tras remontar 7 puntos en menos de dos minutos. El tiempo extra fue, de nuevo, coto privado de Lebron que anotó 8 de los 14 puntos del equipo en esos últimos cinco minutos. Wade ejerció de escudero de lujo de Lebron al acompañarle con 34 puntos, firmando así el mejor partido del año sumando la aportación de los dos hombres más importantes de Miami. Por su lado, Portland estuvo dirigido por un gran LaMarcus Aldridge que hizo un doble doble de 31 puntos y 14 rebotes, 7 de los cuales ofensivos. Precisamente en el rebote y en el trabajo basó Portland un partido que tuvo ganado pero que perdió en dos minutos. El español Rudy Fernández apenas pudo tirar a canasta y se marchó de la cancha con 8 puntos (1-3 en triples y 5-6 en libres) tras 17 minutos en cancha.
The King James, discreto en la primera mitad del partido, tomó las riendas de un partido que, conforme avanzaba, más oscuro se le iba poniendo a la franquicia del calor. Los 20 puntos al descanso de Wade hacían presagiar que sería la noche del escolta y que sería él quien tomaría el balón en los momentos finales, cuando el cuero quema, cuando se requiere de los héroes. Sin embargo, Flash se diluyó en beneficio de un Lebron que pareció llegar al partido en el momento preciso para su equipo.
Portland trabajó infatigablemente en las dos canchas para intentar dar una alegría a su afición. La defensa no era todo lo buena que podría ser pero, al menos, siempre conseguía anular a dos de los tres componentes del Big Three. En ataque, el rebote ofensivo fue la clave. El 41% en tiros de campo y el 20% en triples suelen ser porcentajes pobres si se quiere ganar a un equipo como el Heat que es capaz de superar el 50% en tiros con facilidad. Sin embargo, los 15 rebotes ofensivos de Portland dieron a la franquicia de Oregón otras tantas nuevas posesiones con las que remediar sus fallos en los tiros.
De ese modo, el partido llegó a la recta final del mismo con un luminoso que nunca marcaba la decena de puntos de diferencia entre uno y otro equipo. Aldridge y Matthews encadenaron un par de canastas cada uno en dos minutos para dejar el 84-91 en el marcador a falta de 1.46 para el final. Siete segundos tardó en responder Lebron con un triple marca de la casa. Tras un par de tiros fallados de Portland y sendas faltas de Marcus Camby en defensa, Miami logró la igualada. Con 35 segundos por jugarse, Aldridge fue el encargado de encestar por parte de los locales y así lo hizo con un gancho poco ortodoxo pero efectivo. La réplica la dio Lebron que recibió falta en una penetración y anotó pese al ruido del respetable los dos libres. En la posesión final, Andre Miller tuvo dos tiros pero ambos rebotaron en el aro.

Así las cosas, Miami llegaba a su tercera prórroga, segunda consecutiva. Portland se desinfló incomprensiblemente y tardó casi la mitad del tiempo en anotar la primera canasta. Pese a ello, tuvo opciones suficientes para lograr el triunfo pero el desacierto ofensivo complicaba sobremanera la tarea. La mayor diferencia llegó a falta de poco más de un minuto cuando Bosh ejecutó a la perfección un tiro de media distancia que ponía el 104-98. Los seis puntos se antojaban difíciles de remontar, pero no era imposible. Batum anotó en la siguiente jugada tras dos rebotes ofensivos y dio alas a su equipo. Sin embargo, Aldridge perdió el balón segundos después regalándosela a un Lebron que escribió el final del partido con un triple lejano con el que dejaba el marcador en el 107-100 final.
La noticia positiva para la liga, el espectáculo y los equipos que no son Miami, es que parece que cada vez le va costando más ganar sus partidos a el Heat, especialmente cuando juega fuera del American Airlines Arena. La parte menos positiva para los antes mencionados es Spoelstra sigue contando en sus filas con tres jugones y cuando no funciona, lo hace otro y, cuando no, dos de ellos o los tres a la vez. Esto complica, y mucho, la vida a las defensas rivales. Es por ello que Miami lleva 21 victorias en los últimos 22 partidos.