
Regular fin de semana para el Heat de Miami. En dos días tuvieron dos compromisos, ante Charlotte y ante Memphis, que se saldaron con una holgada victoria y una sufrida derrota. De este modo, las dudas siguen sobrevolando al equipo más mediático de la liga y también más exigido. La marca de 8-5 que adorna el marcador de Miami a estas alturas de la temporada y que sitúa al equipo de Florida cuarto en la división este convence a muy poca gente dadas las expectativas creadas.
Bobcats 87 - 95 Heat
El fin de semana arrancó bien. En el que era el último de los 6 partidos consecutivos en casa, el Heat venció a Charlotte con más problemas de los previstos. Si en el partido anterior, ante Phoenix, había sido Bosh el líder en ataque de Miami, esta vez le tocó esa papeleta a Lebron. El ex-cavalier tomó las responsabilidad ofensiva de su equipo y no lo hizo nada mal: 13 puntos tras el primer cuarto para acabar con un total de 32. Con Ilgauskas, esta vez sí, imponiéndose bajo los tableros y un laborioso Bosh, que anotó en el segundo cuarto 10 puntos (22 al final del partido) la renta al descanso era de 19 puntos (56-37).
Parecía casi asegurada la victoria pero lo bonito del baloncesto es que nada está decidido hasta que suena la bocina final. Los Bobcats así lo creyeron y volvieron del vestuario con ganas de dar la sorpresa. Liderados por Nazr Mohammed, que impuso su ley en la pintura, y por una amenaza exterior del calibre de Stephen Jackson (30 puntos con 4/9 en triples), Charlotte recortó diferencias y obligó a Miami a luchar hasta el final para ganar.
Con lo que no contaron los hombres de Larry Brown era con que Lebron James apareciera de nuevo. The King demostró una vez más que se siente cómod cuando hay un equipo que juega para él, como ocurría en los Cavs. Se mostró como la principal arma ofensiva de Miami y entre él, y la anotación desde el 4,60 de Bosh y Wade (solo 11 puntos) cerraron un partido que nunca debió complicarse.
Heat 95 - 97 Grizzlies
Lo que no acabó tan bien fue el partido en Memphis, la ciudad de Elvis, del sábado. En esta ocasión, Miami volvió a ofrecer su versión mala. Pese a tener un 48% en tiros de campo y de solo haber perdido el balón en 6 ocasiones, se encontraron con dos infranqueables muros: Randolph y Gasol. Los hombres altos de los Grizzlies decidieron el partido en las alturas dominando el rebote en las dos canastas.
La notable ausencia de Wade por una lesión en la muñeca fue solo uno de obstáculos que Miami tenía que superar para llevarse el partido. Lebron (29 puntos y 11 asistencias) y Bosh (20 puntos y 10 rebotes) se convirtieron en los encargados de anotar y solo estuvieron ayudados por un inmenso Eddie House, que acabó con 20 puntos gracias, en parte, a sus 6 triples anotados en 9 intentos.
Los Grizzlies se repartieron la anotación bastante más: hasta 6 jugadores llegaron a dobles dígitos, siendo el máximo anotados un suplente: Randolph. El forward de Memphis se fue hasta los 21 puntos, a los que añadió 13 rebotes. Conley (16 puntos), Arthur (14 puntos) o Gay (15 puntos), que anotó en el último segundo para dar la victoria a su equipo, fueron otros de los hombres destacados en el equipo del estado de Tennessee.
El partido estuvo muy igualado durante los 48 minutos. Los minutos finales los jugaron los mejores, con la excepción del mencionado Wade y de Haslem, que se tuvo que retirar por molsestias en el tobillo en el tercer cuarto. Con 1:12 para el final Randolhp capturó un rebote ofensivo y ponía 3 arriba a Memphis y en la jugada siguiente le ponía un tapón al mismísimo Lebron James. Conley entró hasta la cocina y puso 5 arriba a Memphis a falta de 38 segundos. Parecía dificilmente salvable pero un triple de Bosh a tablero, una pérdida de Gay y una canasta de Lebron igualaban todo a falta de 5,5 segundos. En ese momento, Rudy Gay asumió la responsabilidad; se jugó el último tiro y le dio una sufrida pero merecida victoria a Memphis.
Por cierto que desde varios medios americanos se empieza a especular con que Pat Riley, General Manager del equipo, pueda destituir a Spoelstra y ocupar su lugar dada la falta de juejo y de resultados del equipo. Veremos qué pasa con el entrenador más joven de la liga.