Hasta el partido número 11 de Miami hubo que esperar para ver a Bosh a pleno rendimiento. El ala-pívot de el Heat se mostró, al fin, como el gran jugador que es y manejó el tempo ofensivo de los de Spoelstra ante los Phoenix Suns (123-96). El ex-raptor guió a los suyos a la victoria con 35 puntos y 6 rebotes,pese a lo cual se nota que Miami sigue necesitando un center puro, con kilos. Ilgauskas no convence como titular pese a dar al equipo un salto de calidad cuando entra en el lugar de Anthony, increíble que éste comenzara como titular a principio de temporada. Además del lituano y del canadiense, Udonis Haslem y Juwan Howard están siendo los "guard" que juegan cerca de tablero, lo que dice poco de un equipo muy necesitado de centímetros.

En el quinto partido consecutivo que juega Miami en casa, aún queda uno más ante los Bobcats, y con los Suns de Phoenix como rival, fue el encuentro en el que Chris Bosh decidió callar las críticas que se estaban empezando a verter sobre él. De los 3 componentes de los Beach Boys era el que menos estaba destacando, como reflejaban sus escasos 14 puntos de media. También es cierto que era, y sigue siendo, el que menos de los tres tira a canasta. Pese a las estadísticas, Bosh comenzó el partido siendo la referencia total y absoluta de su equipo: se tiró los cinco primeros tiros de su equipo, anotando 8 puntos. Tras el primer cuarto llevaba 14 y al descanso 22.
Con el de Texas en estado de gracia y apoyado en un laborioso Lebron James que acabó con 20 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes, la escasa participación de Wade y del banquillo apenas se echó en falta. Al descanso la diferencia era ya de 19 puntos, en parte al acierto anotador y en parte a la escasa fluidez del ataque de Phoenix que notó la ausencia de su director; un Nash que se quedó con 2 asistencias y al que tampoco Dragic pudo suplir.

Durante la segunda parte, que fue un paseo para un Heat que anotó un 54% de los tiros de campo que intentó, Wade se dedicó a maquillar su estadística para acabar el partido con 17 dignos puntos acompañados de 6 asistencias y otros tantos rebotes. Carlos Arroyo y Eddie House (3/6 en triples) se sumaron a la fiesta y completaron el cupo de jugadores que alcanzaron dobles dígitos en anotación gracias a sus 10 y 15 tantos respectivamente.
Por su parte, Phoenix fue Nash y poco más; y eso que, como decíamos, el canadiense no rindió ni al 50%. El playmaker del equipo de Arizona estuvo aciago en la dirección de su equipo y solo pudo dar dos pases que acabaran en canasta; algo que no sucedía desde hacía temporada y media. Pese a todo, el base evitó que su equipo agotara los 24 segundos anotando al borde de la posesión . Finalmente, acabó con 17 puntos, para ser el máximo encestador de un equipo en el que seis jugadores (el quinteto titular más Dragic) llegaron a 10 puntos.
Miami- 123 (27+37+36+23): James (20), Bosh (35), Ilgauskas (2), Wade (17), Arroyo (10) - quinteto inicial - Haslem (8), House (15), Anthony (4), Jones (5), Chalmers (-), Stackhouse (5), Howard (2).
Phoenix- 96 (24+19+30+23): Hill (15), Turkoglu (10), Frye (14), Richardson (11), Nash (17) - quinteto inicial - Warrick (5), Childress (6), Dudley (2), Dragic (11), Clark (3), Barron (-), Siler (2).