
Tras debutar en su casa, los Miami Heat viajaron hasta New Jersey para enfrentarse a los Nets en el que se presumía el partido más cómodo de los que hasta ahora habían disputado los de Florida. Y, de hecho, así fue. Media hora fue lo que duro el partido. Miami empezó muy bien, especialmente en ataque como demuestra el 60% de acierto en tiros de campo durante los dos primeros cuartos gracias a los infalibles James y Bosh. En defensa daban una de cal y otra de arena: contrarrestaban todos los sistemas de los Nets pero no dominaban el tablero y los de New Jersey se llevaron 14 rebotes ofensivos al descanso (al final fueron 19).
Al descanso, solo Brook López daba señales de vida en unos Nets con porcentajes pésimos: 35% en tiros de campo, 21% en triples y 65% en tiros libres pero que se mantenían vivos gracias a los 26 puntos en la pintura y a los 14 conseguidos en segundas oportunidades.
A pesar de los 16 puntos de ventaja al descanso, los jugadores de Spoelstra quisieron dejar sentenciado el partido antes del último cuarto. Y en pocos minutos lo consiguieron. Los suplentes de lujo como Ilgauskas, House o Haslem se combinaron con los titulares para finiquitar el partido con un parcial de 13-2 y hacer que el último cuarto sólo sirviera para ver a jugadores menos habituales como Stackhouse o Magloire por Miami y Graham o James por los Nets.
Con esta victoria, Miami (3-1) se sitúa segundo en la división Sudeste tras Atlanta y New Jersey (2-1), que suma su primera derrota, se queda segundo en el Atlántico empatado con Boston.
Nets-78 (18+24+19+17): Outlaw (0), Smith (0), López (20), Morrow (5), Harris (13) - quinteto inicial - Favors (13), Williams (11), Farmar (5), Petro (2), Humphries (6), James (1), Graham (2).
Miami-101 (29+29+27+16): James (20), Bosh (18), Anthony (1), Wade (17), Arroyo (12) - quinteto inicial - Ilgauskas (10), House (11), Jones (6), Haslem (6), Magloire (0), Chalmers (0), Stackhouse(0).