lunes, 13 de septiembre de 2010

Durant ayuda a EEUU a ganar su cuarto Mundial

Se acabó el baile y Estados Unidos (tal vez sin que sus jugadores sean conscientes), además de campeón de mundo, se queda como único país que ha ganado cuatro Mundiales en la historia (1959, 86, 94 y 2010), a sólo uno de Yugoslavia, que tiene cuatro y por delante de la Unión Soviética, tres.

El 'USA Team' se lleva invicta el oro de Turquía, en una demostración de baloncesto total, mezcla de físico, defensa, velocidad, verticalidad y contundencia.

Sin un juego de ataque ordenado, ni con una correcta selección de tiro, demuestra al mundo por donde van a ir los tiros en el basket del futuro, del presente sólo para ellos.

Kevin Durant (28 puntos y 5 rebotes), un jugador superlativo, a punto de entrar en el paraíso de los elegidos (si no lo ha hecho ya), ha sido el martillo pilón, con sólo 21 años, de la Turquía anfitriona, más conforme con la plata que luchando por el oro.

64-81, 17 puntos arriba, que bien reflejan la diferencia entre los dos finalistas, ante más de 15.000 entregados turcos, que con el partido decidido honraron el buen torneo de los suyos con un bonito aplauso: primera vez que tocan metal en un Mundobasket.

El próximo será en España, en 2014, y más vale que nos vaya mejor que en éste.

En condiciones normales, Estados Unidos debería tener 20 puntos de ventaja sobre Turquía, pero aquí, en Estambul, con 15.500 personas animando casi unánimemente por el local, la situación se emparejaba.

Igualmente, este equipo americano demostró tener consciencia de lo que estaba jugando y no subestimó tanto al torneo como lo venía haciendo en la etapa previa a los Juegos Olímpicos de Pekín.

Y lo reafirman en el comienzo ante los turcos. Con una capacidad atlética impresionante, cortan los circuitos del local, salvo la puntería de Hedo Turkoglu, que con dos triples llega a poner a Turquía al frente por tres (17-14).

Los visitantes dicen basta, alternan zona con hombre y cierran el primer cuarto con un 8-0 sostenido en la ofensiva con triples (Durant, dos, alcanza los 11 puntos) ante la zona defensiva turca.

En cuanto los norteamericanos tomaron ritmo y entraron en calor, empezaron a marcar claras distancias, porque Durant siguió anotando con facilidad desde el perímetro y porque Turquía prácticamente no generaba ningún juego cerca de la canasta.

Así, sin chances de convertir de contraataque o de jugar cerca del cesto, apostaba todas sus fichas a Turkoglu y algo del resto.

Estados Unidos no se salió nunca de su plan: atacar la zona con un poste alto, mover el balón y, si había espacio, lanzar de tres puntos (en un momento llevaba 18 triples lanzados y apenas 14 de dos, a un par de minutos del final del segundo cuarto).

Como Estados Unidos tampoco permitía segundas opciones, a los turcos se les hizo cada vez más cuesta arriba.

USA sacó 10 de ventaja (38-28), y controló el desarrollo hasta el descanso largo.

Para dar una muestra de su poderío y variantes, Estados Unidos pone en cancha un equipo de enanos (Billups, Gordon, Westbrook), con Gay de cuatro y Durant de cinco.

Increíble en la final de un Mundial. Los yankees se llevan el primer tiempo sin holgura, pero con claridad: 42-32 (20 de Durant).

En el arranque del tercer cuarto, Estados Unidos sale como para liquidar el pleito rápidamente: con 6 de Durant (26), se escapa a 18 (50-32), pero Turquía busca hacer un último esfuerzo y achica a 13 al terminar el período.

De todos modos, Estados Unidos da la impresión todo el tiempo de tener la historia totalmente controlada.

Si no supera la presión por ganar, debería hacerlo sin ningún tipo de sobresaltos.

Más, teniendo a Durant, que llega a los 28 en su cuenta personal, con 7/12 triples. Con esos números terminará el juego.

Y como si la pesadilla de Durant fuera poco para Turquía, cuando Kevin descansa ofensivamente un poco (no sale del campo casi nunca), aparece un ratito Rose (6 puntos) y hasta Odom con un triple, para llevar la distancia a 22 (74-52).

No hay nada que hacer y los turcos se dan cuenta, no se lo toman a la tremenda, e intentan decorar una derrota que podría ser humillante en otra más presentable. El público también lo sabe y por eso alienta con cordialidad, más allá de los chiflidos.

Así se llega a un final muy cómodo de los americanos, 81-64, que les permite recuperar el título que no ganaban desde 1994 con aquel Dream Team II de Shaquille O'Neal, Reggie Miller, Alonzo Mourning y compañía.

Kevin Durant, con 28 puntos, es la figura de la cancha, aunque se destacan también Odom (15+11 rebotes) y Westbrook (13).

En Turquía, 16 puntos para Hedo Turkoglu, el único en doble figura. Ilyasova, por segunda noche consecutiva, desaparecido (7).

Para Argentina es una buena noticia, porque ahora América tendrá dos plazas para los Juegos Olímpicos de Londres sin la necesidad de los norteamericanos de luchar por una de ellas, ya que este oro los clasifica directamente.


Fuente: Tu Basket